miércoles, 28 de noviembre de 2007

Museo del accidente


En algunos lugares del mundo se han realizado ya muestras artísticas basadas en un texto del filósofo francés Paul Virilio: Paisaje de acontecimientos. Lo curioso es que desde un punto de vista convencional exponer accidentes industriales, aéreos, ferroviarios o de construcción, catástrofes pues, no resulta para muchos nada 'artístico'. Como hace tiempo leí el texto que da pie a estas manifestaciones, me gustaría compartir con mis lectores algunas notas que pueden llamar a la reflexión… o a la risa.



Cada época inventa sus accidentes, dice Virilio. Y cada innovación a un invento previo añade formas nuevas al accidente. Quien inventó el navío inventó el naufragio y quienes ‘mejoran’ los barcos sólo generan nuevas formas de naufragar. Lo mismo se puede decir del tren y el descarrilamiento, del avión y el avionazo, de la computadora y la caída de sistema, del automóvil y el choque, de la electricidad… El accidente es la tecnología: “no es que la nave explote, sino que deje el suelo”.


Total que poseer cualquier objeto moderno es adquirir cierto peligro, una posible catástrofe, aunque generalmente no vemos el lado negativo: sólo la ciencia, el avance. Hace falta, explica Virilio, un museo de la anti-ciencia (o del accidente), que sería más bien, una ciencia del anti-museo (de lo que nunca se expone). Y al mismo tiempo un museo del error, de la falla de cálculo, del anti-progreso y el anti-positivismo.




Un museo de este tipo estaría guiado por una ‘estética de la desaparición’, contraria a la que exalta siempre lo nuevo, la aparición. Pero finalmente Virilio piensa que ya tenemos ese museo: se llama televisión.




martes, 27 de noviembre de 2007

El juego de Ulama


Entre las tradiciones arraigadas en los pueblos cercanos a Mazatlán está el Ulama, juego de pelota que se preserva en la región desde hace más de dos milenios. Que se haya conservado a la usanza original durante tanto tiempo obedece a la particular geografía del estado (aislado al oeste por el Océano Pacífico y al este por la Sierra Madre), a la condición insumisa de los indígenas de Sinaloa y al carácter liberal de los misioneros jesuitas a quienes se encomendó la evangelización en esta zona del país.

Interpretado por los invasores españoles como 'juego diabólico', el Ullamaliztli era la representación cotidiana, en el terreno del juego, de la cosmovisión indígena: vida y muerte, noche y día, enfrentados como fuerzas eternas, a la vez opuestas y complementarias. Desde la óptica occidental resultaba incomprensible que los partidos duraran hasta 8 días y que tanto jugadores como espectadores se entregaran a ellos con tal pasión que el equipo perdedor llegaba a ser sacrificado. Por eso el Ullamaliztli fue prohibido en 1585 y los campos de juego desaparecidos en todo el país.


Sin embargo cerca de Mazatlán el Ulama perdura. Las pelotas son de hule sólido, fabricadas artesanalmente con resinas vegetales de la región, y llegan a pesar hasta 5 kilos. El campo de juego o Taste mide 50 metros de largo por cuatro de ancho y está dividido por una línea central llamada Amalco. Los jugadores, cinco por equipo, cubren su cadera con una venda de tres y medio metros sobre la que colocan fajas de piel de venado y un cinto o Chimalo. Usan las caderas para empujar la pelota al campo contrario y anotar un punto o Ravit. Sin embargo los puntos no se acumulan sino que se restan y no se contabiliza el dos, sólo el uno o el tres. Debido a esto el juego puede prolongarse incluso por días, aunque hoy se conviene que dure solamente dos horas.


El Habal, Los Llanitos, La Palma Sola, Villa Unión, Puerto de Canoas y Potrero de Carrasco son lugares donde los pobladores todavía organizan juegos. También en El Quelite, pueblo mágico dedicado al turismo rural, el Ulama se juega regularmente y allí fueron tomadas por Salvador Herrera las fotografías que acompañan a este post. Las fotos del montaje superior (blanco y negro) pertenecen a una investigación del departamento de antropología de Cal State, L.A., dirigida por los doctores Manuel Aguilar y James Brady.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

El reino de Dios en México


Los españoles que invadieron México en el siglo XVI eran hombres de la Contrarreforma. Como reacción contra el poder religioso de los moros y contra el avance de las ideas de Lutero y Calvino, habían sido educados en Europa para defender al Papa, exterminando toda religión que no fuera la católica. El reino que instituyeron en lo que llamaban Nueva España fue católico y feudal en ideas pero estaba al servicio del naciente capitalismo mundial.



Por eso al consumarse la Independencia de México el clero católico se dispuso a defender los privilegios que había acumulado en más de trescientos años de poder español. Durante el siglo XIX financió revoluciones, derrocó presidentes, promovió invasiones extranjeras, condicionó la inmigración para asegurar que sólo ingresaran católicos al país, y monopolizó la educación.



El objetivo de los religiosos era totalmente terrenal: conservar, contra el avance del liberalismo juarista, las limosnas, los legados testamentarios y los diezmos sobre cosechas, mantener el cobro por administrar sacramentos y oficiar ceremonias, preservar sus casas de préstamo, la renta de tierras comunales, sus enormes latifundios improductivos y el 65% de la propiedad inmobiliaria que había acaparado en el país.


Entre la Guerra de Independencia (1810) y el Porfiriato (1877-1911) cinco jerarcas católicos ligados enteramente a quienes ejercían el poder político modificaron el rumbo de México. Impusieron al dictador Santa Anna para derrocar a Valentín Gómez Farías y la Constitución de 1824; provocaron la Guerra de Reforma al oponerse a Juárez y a la Constitución de 1857; promovieron la intervención francesa y el reino de Maximiliano; apoyaron la dictadura de Porfirio Díaz. Estos insignes mercenarios fueron los padres Matías Monteagudo, Francisco Javier Miranda, Pelagio Antonio de Labastida, Clemente de Jesús Murguía y Pablo Vázquez Vizcaíno.



Una opción para comprender mejor el papel del clero en la política mexicana del siglo XIX es la novela México ante Dios de Francisco Martín Moreno. Aunque el relato es un poco cansado, se sostiene en una trama muy simple: después de la violación de su hermana por un sacerdote, Valentín Altamirano dedica su vida a investigar los nexos entre el poder de la Iglesia y el poder político. Preso en San Juan de Ulúa por la policía porfirista, coincide en la celda con Ponciano Prieto, un caricaturista liberal a quien detalla la visión anticlerical que ha construido y lo insta a publicarla.


En pleno siglo XXI, la iglesia católica no se resigna a perder su poder. Aún después de decretado el laicismo en la educación y la vida pública mexicana, sigue luchando por todos los medios para restablecer el reino de Dios y sus privilegios ideológico-económicos en México. Ha conseguido reformas constitucionales, ha establecido alianzas con los cuestionados presidentes neoliberales Carlos Salinas, Vicente Fox y Felipe Calderón, e interviene activamente en la política.



Y envalentonada por la ola neoconservadora que tanto disfruta el Capitalismo Mundial Integrado, la iglesia católica mexicana ahora se especializa en provocar a la izquierda. El pasado domingo, la gente del cardenal Norberto Rivera hizo sonar ensordecedoramente las campanas de catedral por doce minutos durante un mitin político lopezobradorista, precisamente cuando hablaba Rosario Ibarra de Piedra. Según el periodista Pablo Becerra Acosta de Milenio, desde el reloj del templo varias mujeres y hombres se divertían de los inconformes y los provocaban burlonamente jalando las cuerdas de las campanas y tomándoles fotografías. Lo interesante es que al día siguiente estos mochos se convirtieron en víctimas y hasta hoy mantienen cerrada la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, un edificio cuya arquitectura es patrimonio de los mexicanos (mucho nos ha costado) y no de los religiosos. Benditos sean.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Los lugares de Romeo y Julieta


Verona es una de las ciudades más prósperas de Italia, ubicada a escasos kilómetros de Milán, Génova, Venecia y Florencia. Recorriendo sus calles uno verá que aún existe en Via Cappello 23 la casa de los Capuleto, construida en el siglo XIV con el emblema de la familia y un romántico balcón. Pese a que Julieta es un personaje inventado por Shakespeare, las familias Capuleto y Montecchi existieron realmente en el lugar, y decenas de turistas visitan diariamente lo que se conoce como Casa de Giulietta, se retratan junto a la estatua de la heroína y dejan cartas de amor que responde puntualmente una secretaria asignada al lugar.


Para proseguir el romántico recorrido, los visitantes pueden acudir a una cripta de piedra en el claustro de San Francesco al Corso, escenario conocido como la tumba de Julieta (izq), o ir a la Casa de Romeo en la Via della Arche Scaligeri.




En realidad, pese a que Verona conserva el ambiente con que Shakespeare matizó su más famosa historia de amor, lo importante en la ciudad son sus edificios que hablan de siglos de historia italiana. Verona fue municipio romano desde el año 49 antes de Cristo y aún quedan vestigios de ese pasado: para ejemplo está el gigantesco coliseo La Arena, el tercero más grande del mundo, terminado en el año 30 d.C. En vez de luchas de gladiadores hoy se destina a impresionantes montajes operísticos que reciben hasta 25 mil asistentes.


También está la Piazza delle Erbe, un mercado que funciona desde hace dos mil años y que en tiempos del imperio romano se encontraba en la confluencia de cuatro vías consulares: la Via Gallica, la Via Augusta, el Vicum Veronensium y la Via Postumia. Y otras construcciones romanas del siglo I d. C. como el Arco dei Gavi y el Puente Pietra.


Pero la plaza principal de Verona es la Piazza dei Signore, flanqueada por edificios medievales como el Palazzo del Capitano, el Palazzo del Comune, la Loggia del Consiglio, la Torre de Lamberti –del siglo XII con vista a toda la ciudad- y el Palazzo degli Scaligeri, residencia de la familia Scaligere que gobernó Verona por más de cien años. Bajo el arco de este último palacio está la Iglesia Románica de Santa María Antica, ante la cual se encuentran los Arche Sepolcrali, tumbas de Cangrande I, Mastino I, Mastino II y Cansignorio o Perro principal, que constituyen una joya arquitectónica del arte funerario gótico.


Además de las iglesias paleocristianas y los monasterios dominicos, benedictinos y franciscanos, dejando de lado los múltiples museos, esta ciudad de escasos 250 mil habitantes está resguardada por el castillo Castelvecchio, construido para Cangrande II entre 1355 y 1375. Castelvecchio fue por siglos una fortaleza militar, pero entre 1959 y 1973 fue restaurado para convertirlo en el prestigiado museo de arte que alberga una amplia colección de esculturas románicas y pinturas medievales y renacentistas.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Romeo y Julieta (II)


La acción de Romeo y Julieta sucede en una antigua ciudad italiana, Verona, y refiere al enfrentamiento entre dos familias “de semejante dignidad”. Los conflictos civiles se resuelven en el tribunal de Villafranca presidido por el Príncipe. Gran parte del pueblo se dedica a labores artesanales (zapateros, sastres, pescadores) y es iletrado.


Se perfila a través de la obra una moral sexual muy particular. Son interesantes las bromas de los jóvenes Capuleto quienes gritan, aludiendo a la virginidad de las Montesco, “No soy mal pedazo de carne”. Mercucio llama a Romeo conjurándolo a que aparezca por “los ojos de Rosalina, sus trémulos muslos y los territorios adyacentes”. Luego, en otra parte dice: “aquí viene Romeo, sin las huevas, como un arenque seco ¡Ah, carne, carne, como estás de pescadeada!”. “Ahora estás mejor que gimiendo de amor (…) pues el loco de amor es como un gran idiota, que corre de acá para allá para meter su juguete en un agujero”.


Con la malicia de la mujer adulta, el Ama jura “por su virginidad a los doce años” y asegura que en vez de menguar, “las mujeres engordan por los hombres”. Sin embargo, algunas mujeres eligen como forma de vida el celibato y casi todas se casan muy jóvenes entregadas por sus padres: Julieta aún no cumple los 14 años y Paris objeta al Sr. Capuleto: “Más jóvenes que ella, las hay que son felices madres”.


Las ideas de Shakespeare acerca del oro afloran a través de Romeo quien, desterrado a Mantua, compra veneno a un viejo y empobrecido boticario:

Romeo: El desprecio y la mendicidad cuelgan a tu espalda; el mundo no es amigo tuyo, ni la ley del mundo; el mundo no ofrece ley que te haga rico; entonces, no seas pobre, sino quebrántala y toma esto.

Boticario: Mi pobreza, ya que no mi voluntad, consiente.

Romeo: Pago tu pobreza, no tu voluntad. Aquí tienes tu oro, peor veneno para el alma de los hombres, y que hace más crímenes en este mundo odioso que esos pobres compuestos que no deberías vender: te vendo veneno, tú no me has vendido ninguno.



Además de la lectura y las continuas representaciones de Romeo y Julieta, hoy puede uno disfrutar excelentes versiones cinematográficas. Entre ellas está la clásica de Franco Zefirelli, la adaptación libre de Baz Luhrmann filmada en México con Leonardo di Caprio en el papel estelar, y la que integra el drama a la vida del escritor bajo la dirección de John Madden: Shakespeare apasionado.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Romeo y Julieta (I)


Cuánto se ha dicho sobre Romeo y Julieta y cuán inagotable ha sido Shakespeare. Miles de representaciones a lo largo de cientos de años, innumerables versiones alrededor del mundo y la obra sigue cautivando. De no haber matado Shakespeare a sus personajes estos no habrían sostenido su pasión, ni sus sueños, ni su intrepidez. En cambio ambos mueren adolescentes, vencida fatalmente su voluntad por el destino, y labran así su eternidad.


Y son tan universales y eternos que cuando Romeo salta la barda de los Capuleto, escucha un monólogo de Julieta: “Romeo, quítate el nombre, y a cambio de tu nombre, que no es parte de ti, tómame entera”. Entonces él responde apasionadamente aunque sin ser escuchado: “Llámame sólo amor, y me bautizaré de nuevo; desde ahora, jamás seré Romeo”. Se trata de dos seres cuyo único vínculo sólo puede ser el amor. Socialmente están enfrentados y pueden llamarse de cualquier modo.



El primer encuentro de Romeo con Julieta surge cuando él entra subrepticiamente a una fiesta de los Capuleto. Al verla surge de inmediato el arrojo adolescente cuando la busca para besarle la mano: “Si profano con mi indigna mano este sagrado santuario –pecado de amor es éste-, mis labios, peregrinos ruborizados, están dispuestos a hacer penitencia por este áspero toque con un tierno beso”. Pero cobra consciencia del destino cuando a un comentario del Ama advierte: “¡Ah, amada deuda! Mi vida se la debo a mi enemiga”. Por su parte Julieta, tan soñadora, apasionada e intrépida como Romeo, dice: “Mi único amor surge de mi único odio”, al identificar al hombre de quien se ha enamorado.


El matrimonio entre Romeo y Julieta es oculto para todos. El enfrentamiento Montesco-Capuleto enciende la voluntad de los amantes y separa su amor de la sociedad dejándolos solos ante Dios.



Pero el destino surge de nuevo cuando Tebaldo, primo de Julieta, enfrenta a Romeo por el supuesto agravio a la casa Capuleto. En el encuentro es muerto Mercucio. Entonces Romeo, cegado por la muerte de su mejor amigo, mata a Tebaldo. Al ser desterrado, Romeo llora ante Fray Lorenzo quien lo regaña: “Está viva tu Julieta, por cuyo dulce amor morías ahora mismo: en eso eres feliz: Tebaldo iba a matarte, pero mataste tú a Tebaldo: en eso también eres feliz: la justicia que amenazaba darte muerte se hace tu amiga, y lo convierte en exilio: en eso eres feliz (…) pero tú como una muchacha huraña y mal educada , frunces el ceño a tu fortuna y a tu amor: ten cuidado porque quien es así muere de modo miserable.”


Cuando a la muerte de Tebaldo los padres de Julieta deciden casarla con Paris, ella tiene que acceder. Sin embargo su voluntad de pertenecer a Romeo la lleva a aceptar la solución propuesta por Fray Lorenzo: tomar una pócima que la mantendrá en muerte simulada por 24 horas. Nuevamente el destino cambiará los deseos de los protagonistas: la carta que informa a Romeo del plan de Fray Lorenzo no llega nunca y el amante se suicida en la tumba de su amada, justo antes de que ella despierte. La tragedia prolonga el clímax cuando Julieta, al ver muerto a su amado decide también quitarse la vida.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Oración por Marylin Monroe

Ernesto Cardenal

Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra
con el nombre de Marilyn Monroe
aunque ese no era su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre,
el de la huerfanita violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su Agente de Prensa
sin fotógrafos y sin firmar autógrafos
sola como un astronauta frente a la noche espacial.



Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia
(según cuenta el Time)
ante una multitud postrada con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso...
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20th Century Fox.
El templo -de mármol y oro- es el templo de su cuerpo
en el que está el Hijo del Hombre con un látigo en la mano
expulsando a los mercaderes de la 20th Century Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.




Señor
en este mundo contaminado de pecados y radiactividad
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda
que como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor).
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos
-El de nuestras propias vidas-
y era un script absurdo.
Perdónale Señor y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esta Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado.




Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
Para la tristeza de no ser santos se le recomendó el Psicoanálisis.
Recuerda Señor su creciente pavor a la cámara
y el odio al maquillaje -insistiendo en maquillarse en cada escena-
y cómo se fue haciendo mayor el horror
y mayor la impuntualidad a los estudios.

Como toda empleadita de tienda
soñó ser estrella de cine.
Y su vida fue irreal como un sueño
que un psiquiatra interpreta y archiva.


Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
que cuando se abren los ojos
se descubre que fue bajo reflectores y apagan los reflectores!
y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)
mientras el Director se aleja con su libreta
porque la escena ya fue tomada.
O como un viaje en yate, un beso en Singapur,
un baile en Río, la recepción en la mansión del Duque
y la Duquesa de Windsor
vistos en la salita del apartamento miserable.



La película terminó sin el beso final.
La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.
Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.

Fue como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga
y oye tan sólo la voz de un disco que le dice: Wrong number
O como alguien que herido por los gangsters
alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor
quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar y no llamó
(y tal vez no era nadie
o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de Los Angeles)
contesta Tú el teléfono!





Oración por Marilyn Monroe fue escrito en Colombia durante los últimos años de estudios sacerdotales del poeta Ernesto Cardenal. Una vez ordenado en 1965, Cardenal funda con Thomas Merton una comuna en una isla del archipiélago de Solentiname en el Lago de Nicaragua. Allí desarrolló cooperativas, creó un movimiento poético y pictórico entre los campesinos, y propagó su Evangelio revolucionario.
Ernesto Cardenal nació en Granada, Nicaragua, el 20 de enero de 1925. Se educó hasta el bachillerato en colegios jesuitas, cursó la Licenciatura en letras en la UNAM y un doctorado en literatura norteamericana en la Universidad de Columbia.
Activo miembro de la Teología de la liberación, publicó poesía política contra la dictadura de Somoza y con su comunidad de Solemantine fue miembro armado del Frente Sandinista de Liberación Nacional, condenado a prisión por la Guardia Somocista después del asalto al Cuartel de San Carlos. En 1979, al triunfo del sandinismo, fue nombrado Ministro de Cultura por el nuevo gobierno de Nicaragua.
Entre los poemarios de Ernesto Cardenal se encuentra Homenaje a los Indios Americanos, En Cuba, Viaje a Nueva York, Canto Nacional, El Evangelio de Solemantine, Cántico Cósmico, El telescopio en la noche oscura, Las ínsulas extrañas y otros.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Deliciosa rebelión


En un post anterior hablaba de la ecosofía, ese sistema filosófico creado por Felix Guattari que plantea la necesaria existencia de tres ecologías integradas e interdependientes: la ambiental, la social y la mental. Como ejemplo vivo de ecosofía me gustaría destacar la existencia de un movimiento internacional que cada vez gana más adeptos en el mundo: el Slow Food.


Nacido en Italia en 1986, el Slow Food se propone como opción a las papas fritas, los hot dogs, las hamburguesas, los refrescos embotellados y toda la Fast Food o comida rápida. La agitación de la vida moderna nos ha llevado a perder los deliciosos sabores de las abuelas, a comer rápido sin saborear la comida ni rendirnos al placer del paladar, a privilegiar la chatarra en vez de consumir las delicias culinarias locales. Lo vi hace años en la universidad donde trabajo: una señora de Escuinapa que vendía tamales de camarón todos los sábados, dejó de asistir porque los estudiantes de las nuevas generaciones prefieren cada vez más los sándwiches con Coca Cola.


Desgraciadamente la gastronomía mexicana –tan envidiada por los franceses- se está perdiendo y cada vez ve uno más niños McDonald, futuros traga chatarra, comiendo sabores estándar, educando su paladar para las frituras de la globalización.



Contra todo esto, el movimiento Slow Food propone reeducar el gusto, salvaguardar las tradiciones culinarias, preferir los productos de la agricultura tradicional, rescatar las comidas locales que generalmente son lentas (por ejemplo la ‘leche’ en los raspados de Concordia se consigue batiendo toda la noche el contenido de un balde hasta reducirlo a uno o dos litros; la birria tradicional se prepara lentamente; los tamales son un producto laborioso).


Los integrantes de la organización Slow Food combinan la tranquilidad y el placer de comer (ecología mental) con una defensa de la dignidad cultural, las recetas tradicionales, las técnicas de cocina locales y las formas milenarias de agricultura (ecología social) y un sentido de responsabilidad hacia el ambiente, pues todo esto implica preservar la flora y fauna locales, muchas veces en peligro de extinción, y privilegiar la agricultura orgánica (ecología ambiental).



Una buena noticia es que Slow Food realiza por primera vez en América su Congreso Internacional. Del 8 al 11 de noviembre estarán en la ciudad de Puebla los cheffs de todo el mundo afiliados al movimiento, presenciando conferencias, exposiciones, muestras de artesanía gastronómica y degustaciones de platillos. Con esta deliciosa rebelión mundial a la que seguramente habrá muchas adhesiones mexicanas, el movimiento ecosófico avanza lento y seguro como un caracol, contra el capitalismo mundial integrado.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Ritmo y creación


Conocí a Ricardo Montes gracias a que Jesús Antero García lo invitó a participar en la grabación de Poetas en Olas Altas, con Elisa Pérez Meza. El solo de bongó que se escucha en Y se alegra el mar, poema de José Gorostiza con música de este bloguero, es precisamente de Ricardo. Después de eso he disfrutado de su trabajo en diferentes ensambles, en el Teatro Antonio Haas, al lado de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, con la Falsa Orquesta Cubana Sazón e incluso en el Studio 21 durante la grabación de los boleros sinaloenses que integran el futuro disco de Elisa.



Recién me encontré a Ricardo en un concierto de la Orquesta de Cuerdas de Mónica Osuna donde acompañó con sus percusiones las Danzas Folklóricas Rumanas de Bela Bartok. Y al término de la presentación conversamos sobre su bebé que nació hace apenas unos meses y sobre su reciente viaje a Estados Unidos, donde participó en la Convención 2007 de la Sociedad Internacional de Instrumentos de Percusión (PASIC).

Ricardo Montes Silva nació en la ciudad de México y estudió en la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Ha tomado cursos particulares con prestigiados percusionistas y ha tocado al lado de distintas agrupaciones como la Banda Sinfónica de St. Cloud, Minesota, la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y otras. Fue maestro de la Orquesta Sinfónica Infantil de México y actualmente trabaja en el Centro Municipal de Artes de Mazatlán.


Parte de su labor ha sido la investigación de sonidos, instrumentos y tradiciones musicales prehispánicas, actividad que realiza con David López dentro del dúo Tunkul. Para su participación en PASIC 2007 llevó una clínica-concierto sobre origen y evolución de los instrumentos prehispánicos en México, la forma de tocarlos y sus usos sociales. Cualquier lector interesado en el tema puede encontrar más información en http://www.tunkul.com.mx/.