miércoles, 28 de noviembre de 2007

Museo del accidente


En algunos lugares del mundo se han realizado ya muestras artísticas basadas en un texto del filósofo francés Paul Virilio: Paisaje de acontecimientos. Lo curioso es que desde un punto de vista convencional exponer accidentes industriales, aéreos, ferroviarios o de construcción, catástrofes pues, no resulta para muchos nada 'artístico'. Como hace tiempo leí el texto que da pie a estas manifestaciones, me gustaría compartir con mis lectores algunas notas que pueden llamar a la reflexión… o a la risa.



Cada época inventa sus accidentes, dice Virilio. Y cada innovación a un invento previo añade formas nuevas al accidente. Quien inventó el navío inventó el naufragio y quienes ‘mejoran’ los barcos sólo generan nuevas formas de naufragar. Lo mismo se puede decir del tren y el descarrilamiento, del avión y el avionazo, de la computadora y la caída de sistema, del automóvil y el choque, de la electricidad… El accidente es la tecnología: “no es que la nave explote, sino que deje el suelo”.


Total que poseer cualquier objeto moderno es adquirir cierto peligro, una posible catástrofe, aunque generalmente no vemos el lado negativo: sólo la ciencia, el avance. Hace falta, explica Virilio, un museo de la anti-ciencia (o del accidente), que sería más bien, una ciencia del anti-museo (de lo que nunca se expone). Y al mismo tiempo un museo del error, de la falla de cálculo, del anti-progreso y el anti-positivismo.




Un museo de este tipo estaría guiado por una ‘estética de la desaparición’, contraria a la que exalta siempre lo nuevo, la aparición. Pero finalmente Virilio piensa que ya tenemos ese museo: se llama televisión.




1 comentario:

nicolasfelipe dijo...

es muy interesante todo lo que ha dicho virilio, me guio por su pensamiento.