jueves, 27 de septiembre de 2007

La educación como mercancía


A principios del sexenio de Fox, la TV desató una campaña de promoción del ‘bono educativo’: Los padres recibirían bonos para pagar la escuela de sus hijos, lo que teóricamente incrementaría la competencia y elevaría la calidad de la educación. El objetivo final era hacer de la escuela básica un negocio, convertirla en una mercancía más, sujeta a las leyes del libre mercado.


Pero… ¿Qué ‘inversionista’ sería capaz de abrir una escuela privada en la sierra o en territorios indígenas? ¿Cómo garantizar la justa distribución del ‘bono’? ¿Cómo evitar la imagen de calidad que se crean ciertas escuelas simplemente seleccionando a los mejores estudiantes? ¿Cómo corregir sin protestas el artículo 3º constitucional? ¿Cómo justificar la existencia de un Estado sin escuelas, empresas públicas o instituciones de salud, dedicado sólo a cobrar impuestos y a militarizar?

La inteligencia tecnócrata no alcanza a comprender que un niño fuera de la civilización, sin lengua ni cultura, es prácticamente un animal; y que por lo tanto la cultura no es un bien particular, sino una creación de la humanidad que nos hace seres humanos. Considera que el conocimiento es poder, números, pesos, business. Por eso hace surgir la ‘nueva economía institucional’, versión avanzada del neoconservadurismo.
Según los 'nuevoeconomistas', las fallas en las reformas promovidas por el Consenso de Washington (autor de toda esa sumisión de los gobiernos al libre mercado global y al transnacionalismo), no se deben al modelo económico sino a los valores, a las conductas que configuran el comportamiento dentro de las instituciones. Y más tardaron en decirlo que en llegar la Carrera Magisterial, las Becas al desempeño, la pavloviana campanita de los estímulos salivadores, los sistemas de evaluación educativa, todo con el objetivo de incentivar la conducta correcta porque "las empresas de calidad premian a sus trabajadores".


¡Lástima! Se ha demostrado que los alumnos de los maestros que obtienen los puntajes más altos en Carrera Magisterial no son los mejores. Y de nuevo ¡Lástima! El medio social sigue siendo determinante porque no se evalúa el conocimiento de los marginados, sino el dominio del capital cultural de los privilegiados, las competencias necesarias para adscribirse mejor al mercado. En consecuencia, y mejor que lo digan sin máscaras, la excelencia que quieren está en las escuelas privadas de las zonas urbanas, y la educación pública puede seguir manteniéndose con la cuarta parte del dinero que recibe cualquier escuela de la OCDE.

Por cierto, este 18 de septiembre la OCDE recomendó a México privatizar aunque sea la educación media y superior. Los argumentos: que la UNAM no beneficia a nadie, que es hermoso y ejemplar el intento de algunas universidades públicas por cobrar sus servicios, que finalmente la educación sólo sirve al que estudia. Y 5 días después la SEP, con toda la celeridad del mundo, presentó un sistema de créditos estudiantiles para endeudar a los estudiantes que egresarán sin empleo. Seguramente también estudia como crear al término del sexenio un nuevo Fobaproa: el estudiantil.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los puntos tratados en el articulo estan bien definidos, pero no veo ninguna propuesta, unicamente critico, entoces sus lectores como sabremos el camino correcto o por lo menos lo que debe hacer el gobierno en materia de educación

Anónimo dijo...

Yo creo que hay en el fondo del artículo una propuesta muy simple de detectar: la educación debe ser pública, un derecho de todos los ciudadanos garantizado por el Estado, y no una mercancía destinada a quienes pueden pagar.