En 1954, basándose en la novela 7 ½ Cents de Richard Bissell, dos jóvenes compositores estadounidenses trabajaron para crear y producir un musical llamado The Pajama Game. Al finalizar la representación toda la compañía interpretaba un tango, Hernando’s Hideaway, compuesto por los autores de la comedia: Richard Adler y Jerry Ross. Para el gusto de los puristas el trabajo era casi insultante: como la mayoría de los gringos piensan que fuera de su país todo es tortilla, el flamante tango fue dado a conocer con la orquesta de Archie Bleyer y las castañuelas de María Alba. Imagínense a Gardel escuchando sobre un fondo de castañuelas un tango en inglés cuyos versos rematan en un estruendoso ¡Olé!
I know a dark secluded place
A place where no one knows your face
A glass of wine a fast embrace
It’s called Hernando’s Hideaway, Olé!
De cualquier manera El rincón de Hernando -o El escondite de Hernando según la traducción-, tuvo en Estados Unidos tal éxito que la gente acudía a Brodway sólo para escucharlo en vivo. El musical alcanzó 1063 representaciones y el tema, gran éxito en radio, se propagó a todo el mundo. En Inglaterra lo grabaron en 1955 The Johnston Brothers e incluso en Argentina numerosos solistas y orquestas hicieron su versión. Había un café en Veracruz, un club de tango en París, un bar en Buenos Aires, un estudio de fotomontaje en La Rioja que llevaban como nombre “El escondite de Hernando” y hasta la gran Ella Fitzgerald lo incluyó en su repertorio dándole tonalidades de jazz.
All you see are silohuettes
And all you hear are castanetts
And no one cares how late it gets
Not at Hernando’s Hideaway, Olé!
En 1957 el musical se trasladó al cine, con Doris Day en el papel estelar. La acción inicia en una fábrica de pijamas donde los trabajadores amenazan con huelga si no les pagan 7 ½ centavos por hora. El superintendente de la fábrica se enamora de Babe, la lideresa del comité de huelga y empieza a conquistarla, pero se ve obligado a amenazar con el despido a quienes realizan un paro laboral encabezado por la muchacha. Enojada por su actitud, ella patea una máquina y provoca un daño general, por lo que se queda sin empleo. Convencido de lo justo de la causa, Sid corteja en el club nocturno Hernando’s Hideaway a la secretaria del presidente de la compañía, quien le proporciona acceso a los libros contables donde se descubre que parte del dinero era retenido por un administrador “experto en eficiencia”. De esta manera los trabajadores recuperan su salario, Sid obtiene los favores de su amada y todos se van a festejar al Escondite de Hernando.
At golden fingerbowl or any place you go
You’ll meet your uncle Max and everyone you know
But if we go to the spot that I am thinking of
You will be free, to gaze at me, and talk of love
Just know three times and whisper low
That you and I were sent by Joe
Then strike a match and you will know
Your in Hernando’s Hideaway, Olé!
Nuestra década no ha olvidado a Hernando’s Hideaway: Después de revivirse el musical en 1973, el año pasado (2006) inició una nueva temporada en Brodway con The Roundabout Theatre Company. Debelah Morgan lo grabó en 2001 bajo el nombre “Dance with me” para llevarlo a las discotecas de Nueva York, Londres y Sydney, y acaba de presentarlo en Argentina el trío francés Gotán Projet, creador del “tango electroauthentic”. El video que me envió Mary Murillo, y que desencadenó todo lo que hoy escribo, es con un grupo de corte sudamericano llamado Kusimarka, y puede verse en la siguiente dirección:
http://www.youtube.com/watch?v=b3qf79idnUU
http://www.youtube.com/watch?v=b3qf79idnUU
11 comentarios:
Soy un argentino que está pisando los 70 pirulos (años); tenía menos de 10 cuando escuché por primera vez "El escondite de Hernando", y pensaba lo mismo que la mayoría: "qué tarados estos yankis". Pero después de tantos cambios que hubo en la música me hice más permeable y disfruto escuchándolo. En su momento se escuchaba en todas las radios, en muchas versiones, incluso con la letra traducida al castellano para los cantantes locales. Claro que no se tocaba como tango, sino que formaba parte del repertorio de las orquestas de música internacional. Me pareció muy bueno tu artículo, por eso quise agregar mi testimonio, porque viví esa época.
Gracias amigo Argentino por tu colaboracion sobre esta magnifica pieza de los años 60,s sin duad todo un icono de la musica inetrancional
recibe saludos desde Mexico
Gracias amigo Argentino por tu colaboracion sobre esta magnifica pieza de los años 60,s sin duad todo un icono de la musica inetrancional
recibe saludos desde Mexico
En México no había fiesta de quince años que no tuviera su baile con ese tango de fondo.
Qué pasa que no suben la partitura para piano de "El escondite de Hernando" No la he encontrado por ninguna parte.
Mathy de Pineda
Hace unos días me recordé de esta canción, que estuvo muy de moda cuando yo era muy pequeño.
Por curiosidad ingresé a mi PC y fácilmente pude volver a escucharla.
Esta es la maravilla del Internet.
Claudio
Cordial saludo. No pude saber el por que del titulo, quien es o era Hernando ?. Gracias.
Mamá me contaba que el tango El Escondite de Hernando causó en su tiempo (1954) mucha indignación en Argentina a tal punto que el tango Castañuelas, de Raúl Hormaza y Humberto Castillo fue la ingeniosa respuesta al "coso ese de Hernando". Es que en realidad la versión original de El Escondite de Hernando, con castañuelas, apertura flamenca y oles muy taurinos, suena fatal y extraño al tango.
Adoro ésa canción, me recuerda mi juventud cuando estudiaba bachillerato en Inglés en el Convento of Mercy Alpha Academy in Jamaica
Soy Venezolana y ahora tengo 85
años. Que hermosos recuerdos.
Recordé que en mi juventud había escuchado ese tango que se llamaba El escondite de Hernando, el cual me había gustado mucho en su momento, allá por los años 50, y se me ocurrió volver a escucharlo, pero las versiones que pude encontrar fueron de orquestas argentinas solamente.
Desconozco si existe la posibilidad de encontrar esa versión. De ser así, agradecería me dijeran en qué sitio debo buscarla.
Soy argentino, y tengo ya casi 85 años de edad.
Mi nombre es Néstor Walter Gandarillas, y en lo que escribí figuro como anónimo.
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